El proceso de toma de decisiones

La magia en el proceso de toma de decisiones

La magia en el proceso de toma de decisiones

Autor: Ernesto Yturralde

Nivel de interés: Alto
Tiempo de lectura: 29 minutos

Desde el preciso instante en cual abrimos nuestros ojos cada mañana, iniciamos un viaje de 24 horas en el que ponemos a prueba: el arte de decidir. Cada decisión, por trivial que nos parezca, crea una respuesta, configurando el destino que elegimos consciente o inconscientemente. Al optar por quedarnos unos minutos extras bajo la calidez de nuestras sábanas o el saltar de nuestra cama con energía renovada, estamos definiendo hacer algo por otra cosa. Parecería insignificante, pero es un reflejo de nuestra naturaleza, de nuestras preferencias, y a veces, de nuestra disposición para ese día en particular. Mientras nos mantenemos ocupados en la cotidianidad, tomémonos un momento para reconocer la magia detrás de cada decisión.

Es fascinante cómo estas decisiones sencillas se entrelazan y forman la compleja trama de nuestra vida diaria. Este arte no se limita a lo cotidiano. En el escenario de las organizaciones, las decisiones adquieren un matiz diferente, que conlleva un alto impacto y sus consecuencias en el futuro. Las organizaciones de hoy enfrentamos un universo de opciones, desde qué tecnologías adoptamos, qué mercados exploramos, hasta cómo cultivamos relaciones auténticas con nuestros colaboradores. En este entorno, una decisión puede representar el factor catalizador de innovaciones revolucionarias o el precursor de situaciones complejas o dificultades inesperadas.

La habilidad para tomar decisiones efectivas, es una herramienta esencial para los líderes. La clave está en que entendamos que cada elección, por sencilla que esta sea, tiene el poder de crear o destruir, de innovar o estancar. La magia se produce cuando tomamos las decisiones acertadas, las mejores decisiones.

Las decisiones más trascendentales surgen, muy frecuentemente, en los momentos más inesperados. Un encuentro casual en un pasillo de nuestra empresa puede desencadenar una conversación que se convierte en el punto de quiebre para reorientar toda una estrategia. Una idea expresada en una reunión puede dar lugar a un proyecto que defina el futuro de la organización.

Este ejemplo nos lleva a reflexionar sobre el papel de nuestros colaboradores en este proceso pues ellos no son simplemente ejecutores de tareas, son actores del escenario empresarial y debemos considerar sus aportes en el proceso de toma de decisiones. Sus experiencias, conocimientos y perspectivas enriquecen el panorama, proporcionándonos una visión más amplia y diversa.

Team Building Corporativo

Es importante que fomentemos un ambiente donde nuestros colaboradores se sientan empoderados para compartir sus ideas, donde celebremos la diversidad de pensamiento y valoremos cada contribución. En este espacio, las decisiones no son unidireccionales, sino fruto de una colaboración colectiva y generará mayor sentido de pertenencia.

Y mientras las organizaciones avanzan, también lo hacen las personas a nivel individual. Las decisiones que tomamos respecto a nuestra educación, las relaciones que cultivamos y las oportunidades que perseguimos, forjan el camino hacia nuestro futuro. No son solo acciones, son reflejos de nuestros valores, aspiraciones y de quiénes queremos ser y lo que queremos alcanzar.

A medida que avanzamos en nuestro viaje personal y profesional, nos encontramos con varias encrucijadas: ¿Invertir en un nuevo proyecto o consolidar lo que ya tenemos? ¿Perseguir una nueva oportunidad o mantenernos en nuestra zona de confort? Estas decisiones trascendentales requieren no solo lógica, sino también intuición, pasión y valor.

Al reflexionar sobre la naturaleza imperativa de las decisiones, es esencial que recordemos que no todas las elecciones que tomemos serán las más acertadas. Pero, ojo, incluso en el error, hay valiosas lecciones que tenemos para aprender. El fracaso, visto desde una perspectiva constructiva, es una oportunidad disfrazada. Al estar disfrazada, algunas veces las detectamos y en otras ocasiones se nos pasan desapercibidas y el tiempo nos revela aquello que no llegamos a percibir.

El verdadero poder de una decisión no radica en el acto en sí mismo, sino en la valoración de su impacto. Al tomar cada elección, grande o pequeña, con intención y propósito, podemos trazar un camino lleno de posibilidades que se tornan infinitas.


La Paradoja de la inacción: Cuando no decidir es, de hecho, una decisión

En este complejo proceso de toma de decisiones, existe una paradoja a menudo ignorada pero profundamente significativa: el acto de no tomar una decisión es, en sí mismo, una decisión. Esta inacción puede parecer pasiva, pero detrás de ella se esconde una elección que puede tener un impacto tan profundo como cualquier acción deliberada.

Cuando optamos por no decidir, estamos eligiendo mantener el status quo, permitiendo que las circunstancias y fuerzas externas moldeen el resultado. Esta decisión de no actuar es una postura que, aunque a veces puede ser estratégica, a menudo nace del temor, la incertidumbre o la indecisión. En el contexto organizacional, la inacción puede ser especialmente reveladora ya que nos puede indicar resistencia al cambio, una falta de claridad en la dirección o una ausencia de compromiso con un curso de acción específico.

La inacción, sin embargo, no siempre es negativa. En ciertas situaciones, elegir conscientemente no actuar puede ser la mejor decisión. Esto puede ocurrir cuando necesitamos más tiempo para recabar información, cuando las condiciones no son propicias, o cuando esperamos que los acontecimientos se desarrollen de manera más clara. Lo crucial es reconocer que incluso en la inacción, hay una decisión que estamos tomando, una que debemos considerar y evaluar con la misma seriedad que cualquier otra decisión activa.

El arte de la toma de decisiones incluye reconocer cuándo debemos actuar y cuándo es prudente esperar. En ambos casos, ejercemos una influencia sobre los resultados. Reconocer y asumir la responsabilidad de nuestras no-decisiones es crucial para una gestión efectiva y una vida plena. La clave está en discernir cuándo la inacción es una estrategia deliberada y cuándo es el resultado de temores o indecisión, y actuar en consecuencia.

Al final de cada día, cuando miremos hacia atrás, no serán las decisiones en sí las que recordaremos, sino las historias que estas crearon, las lecciones que aprendimos y los horizontes que descubrimos. Porque en el corazón de cada elección, hubo una intención, de crear resultados positivos.


Las emociones en la toma de decisiones

Es importante reconocer que las emociones pueden afectar nuestra claridad y objetividad. Sentimientos intensos, ya sean positivos o negativos, pueden nublar nuestro juicio y llevarnos a decisiones impulsivas o sesgadas. La euforia, por ejemplo, en un momento de éxito podría llevarnos a una excesiva confianza en decisiones futuras, mientras que el miedo o la ansiedad en tiempos de crisis pueden llegar a resultar en una aversión excesiva al riesgo.

Las emociones también tienen un lado positivo en la toma de decisiones ya que pueden ser una fuente de pasión y motivación, impulsándonos a perseguir objetivos con determinación. La empatía, emoción crucial en el liderazgo, nos permite entender y considerar las necesidades y sentimientos de los demás, lo que es esencial para decisiones que afectan a equipos y organizaciones.

Para gestionar efectivamente las emociones en la toma de decisiones, es esencial que desarrollemos la inteligencia emocional y ello implica ser conscientes de nuestras propias emociones y las de los demás, aprender a regularlas y utilizarlas de manera constructiva. Los líderes emocionalmente inteligentes podemos reconocer nuestras emociones y analizar cómo estas podrían influir en nuestras decisiones, equilibrando la intuición emocional con el análisis racional.

Es importante crear un espacio seguro donde nuestros colaboradores puedan expresar sus emociones y opiniones. Esto no solo mejora la calidad de las decisiones al incorporar diversas perspectivas, sino que también fomenta un entorno de trabajo más inclusivo y colaborativo. Las emociones pueden presentarnos verdaderos desafíos en la toma de decisiones, sin embargo, también representan una fuente invaluable de pasión, empatía y motivación. Los líderes efectivos reconocemos, gestionamos y equilibramos estas emociones, tanto en nosotros mismos como en nuestros pares y colaboradores, para así tomar decisiones más informadas, equitativas y efectivas.


Factores clave en la toma de decisiones


  1. Información y datos | La calidad de una decisión depende en gran medida de la calidad de la información en la que nos basamos. Es fundamental recopilar y analizar datos relevantes, estadísticas, informes de investigación y tendencias del mercado. Nuestra interpretación correcta de estos datos nos permitirá identificar problemas, evaluar opciones y prever consecuencias. En la era de la información, el desafío también radica en filtrar el exceso de datos y centrarnos en lo más relevante y fiable.

  2. Objetivos y metas | Las decisiones deben alinearse con los objetivos a largo plazo y las metas inmediatas. Definir estos objetivos de manera clara y medible nos proporciona un marco de referencia para evaluar las diferentes opciones y sus potenciales impactos. Los objetivos bien definidos también nos ayudarán a mantener el enfoque y evitaremos desviaciones innecesarias.

  3. Riesgos y consecuencias | Evaluar los riesgos implica que consideremos las posibles desventajas de una decisión y la probabilidad de que ocurran eventos adversos. Es importante que realicemos un análisis de riesgos y consideremos planes de contingencia. Debemos ponderar las consecuencias a corto y largo plazo, y cómo estas pueden afectarnos en diferentes aspectos de nuestra vida personal o la operatividad de nuestra organización.

  4. Recursos disponibles | La toma de decisiones efectiva requiere que alcancemos un entendimiento claro de los recursos disponibles, como capital financiero, talento humano, tiempo, y tecnología. Nuestras decisiones deben ajustarse a estas limitaciones, procurando maximizar la eficiencia y efectividad del uso de estos recursos.

  5. Alternativas y opciones | Identificar múltiples opciones es un paso esencial que debemos considerar. Esto nos lleva a pensar fuera de los esquemas convencionales y a considerar soluciones creativas. Evaluemos estas alternativas para ponderar sus ventajas y desventajas, así como su viabilidad y alineación con los objetivos que hemos establecido.

  6. Contexto y entorno | El contexto externo puede influir enormemente en la efectividad de una decisión. Factores como cambios en el mercado, tendencias sociales, avances tecnológicos, y regulaciones gubernamentales pueden tener impactos significativos. Entender estos elementos y cómo pueden cambiar en el tiempo es crucial para tomar decisiones bien fundadas y resilientes.

  7. Impacto en los involucrados | Cada decisión puede afectar a una variedad de stakeholders, desde colaboradores, clientes, hasta proveedores y la comunidad en general. Comprender y valorar estos impactos es fundamental para nuestra responsabilidad social y empresarial. Involucrar a las partes interesadas en el proceso de toma de decisiones puede también proporcionarnos insights valiosos y mejorar la aceptación de las decisiones tomadas.

  8. Intuición y experiencia | La intuición es el resultado de años de experiencia y aprendizaje. Aunque no debe ser el único factor, la intuición puede ofrecernos una guía valiosa, especialmente en situaciones donde la información es incompleta o el tiempo es limitado. Combinar intuición con análisis racional nos proporciona un enfoque equilibrado.

  9. Tiempo y urgencia | El factor tiempo es crítico en la toma de decisiones, pues algunas decisiones requieren respuestas rápidas, mientras otras requerirán de una reflexión más profunda. Nuestra capacidad para discernir la urgencia y gestionar efectivamente el tiempo puede ser la diferencia entre una decisión exitosa y una fallida.

  10. Feedback y colaboración | La colaboración y la retroalimentación son esenciales, especialmente en entornos complejos y dinámicos. Involucrar a diferentes personas en el proceso puede aportarnos nuevas perspectivas y conocimientos, facilitándonos la identificación de soluciones más efectivas y la prevención de posibles sesgos o puntos ciegos.

Al abordar estos factores de manera integral, reforzamos nuestra capacidad para tomar decisiones informadas, estratégicas y adaptativas, tanto en la vida personal como en el ámbito organizacional.


Tipos de Decisiones

Las decisiones moldean la esencia de nuestra propia existencia y la dirección de nuestras organizaciones. Diferentes contextos requieren diferentes tipos de decisiones. A grandes rasgos, podemos clasificarlas en programadas y no programadas, estratégicas y operativas, individuales y grupales.


  1. Decisiones programadas | Son aquellas que se toman a partir de rutinas y procedimientos establecidos. Son recurrentes y suelen tener un protocolo definido para abordarlas.

  2. Decisiones no-programadas | Son únicas y presentan retos que no se han enfrentado previamente que por lo general, requieren de un pensamiento creativo y soluciones innovadoras.

  3. Decisiones estratégicas | Son decisiones a largo plazo que afectan a toda la organización y están relacionadas con objetivos y metas generales.

  4. Decisiones operativas | Estas decisiones se refieren a la actividad diaria de una organización y son a corto plazo y pueden afectar funciones o departamentos específicos.

  5. Decisiones individuales | Tomadas por una sola persona, se basan en su conocimiento y criterio personal.

  6. Decisiones grupales | Resultado de la deliberación y consenso de un grupo o equipo.

Embarazar Ideas


La intuición en el proceso de toma de decisiones

La intuición, esa voz interna que a menudo nos guía en momentos cruciales, juega un papel vital en la toma de decisiones. Es el resultado de experiencias pasadas, conocimientos acumulados y percepciones profundamente arraigadas. No siempre es fácil de explicar, pero su presencia es innegable.

La intuición es un concepto bastante complejo que se refiere a la capacidad de comprender o saber algo inmediatamente, sin la necesidad de razonamiento consciente. A menudo es percibida como una "sensación visceral" o un "presentimiento". Aquí profundizamos varios aspectos de la intuición:


  1. Proceso cognitivo inconsciente | La intuición podemos considerarla como un proceso cognitivo que operamos a un nivel subconsciente. Se basa en la habilidad de nuestro cerebro para identificar patrones y generar juicios rápidos basados en nuestras experiencias y aprendizajes previos, sin un análisis consciente detallado.

  2. Experiencia y conocimiento tácito | La intuición a menudo se nutre de nuestra experiencia acumulada y el conocimiento tácito. Cuando las personas nos enfrentamos a situaciones similares a lo largo del tiempo, desarrollamos una capacidad para reaccionar basándonos en lo aprendido, aunque no siempre podamos explicar explícitamente por qué tomamos ciertas decisiones.

  3. Respuesta emocional | La intuición también puede estar ligada a respuestas emocionales que pueden ofrecernos señales rápidas que guían nuestras decisiones. Un sentimiento de incomodidad, por ejemplo, puede ser una señal intuitiva para evitar ciertas situaciones.

  4. Procesamiento rápido de información | La intuición implica la habilidad de procesar información de manera rápida, a menudo ante la falta de datos completos. Esta capacidad puede sernos especialmente útil en situaciones donde es necesario tomar decisiones rápidas.

  5. Conexión con la creatividad | La intuición a menudo está vinculada a la creatividad, ya que nos permite hacer conexiones inesperadas y saltos conceptuales que nuestro pensamiento lógico podría no identificar fácilmente.

  6. Contraste con el pensamiento analítico | Aunque la intuición es diferente del pensamiento analítico y racional, no necesariamente está en oposición a este. Muchas veces, los mejores resultados los logramos cuando la intuición y el análisis los usamos de manera complementaria.

Taller de Liderazgo

La intuición es una forma de conocimiento que se basa en procesos mentales rápidos y a menudo inconscientes. Aunque históricamente ha sido vista con escepticismo en entornos donde prima la racionalidad, cada vez se reconoce más su valor en la toma de decisiones, especialmente en situaciones complejas o bajo entornos de incertidumbre.

La intuición puede actuar como una brújula que en situaciones donde la información es ambigua o incompleta, nos puede proporcionar una dirección cuando la lógica parece fallarnos. Será esencial que equilibremos la intuición con el análisis riguroso para asegurarnos que nuestras decisiones estén bien fundamentadas.


Ernesto Yturralde
« En la vida miles de oportunidades se presentan sin avisar, toma la decisión adecuada, podrás tu destino transformar. »

Etapas en el proceso de toma de decisiones

El proceso de toma de decisiones lo podemos desglosar en nueve etapas clave. Cada una de estas etapas es crucial para garantizar que la decisión final que tomemos sea bien informada, considerada y efectiva. Veamos estas 9 etapas:


  1. Identificación del problema o necesidad | Este es nuestro punto de partida en el proceso de toma de decisiones. Debemos reconocer que existe un problema o una necesidad de cambio. La claridad en la definición del problema es crucial, ya que una mala interpretación puede desvirtuar el foco y llevarnos a soluciones inadecuadas.

  2. Recopilación de información | Una vez identificado el problema, el siguiente paso que debemos dar es recopilar toda la información relevante. Esto incluye datos cuantitativos, investigaciones, feedback de stakeholders, y un análisis del entorno. Esta etapa es vital para entender completamente el contexto y las variables involucradas.

  3. Definición de objetivos | En esta etapa, establecemos los objetivos que consideramos alcanzar con la decisión. Estos objetivos debemos expresarlos de manera que sean claros, medibles y alcanzables, y estos debemos alinearlos con los valores y metas generales de nuestra organización.

  4. Generación de alternativas | Aquí desarrollamos diferentes opciones o cursos de acción y para ello, es importante ser creativos y considerar una variedad de soluciones. No descartemos ideas en esta fase, esto nos permitirá explorar todas las posibilidades, incluyendo aquellas que no son convencionales.

  5. Evaluación de alternativas | Cada opción generada la evaluaremos en función de su viabilidad, impacto, riesgos, beneficios y alineación con los objetivos establecidos. Esta evaluación debemos hacerla lo más objetiva posible para identificar la mejor solución.

  6. Selección de la mejor alternativa | Después de evaluar todas las opciones, debemos elegir la alternativa más adecuada. Esta decisión debemos basarla en el análisis realizado en las etapas anteriores y requerirá un equilibrio entre diferentes factores y compromisos.

  7. Implementación de la decisión | Una vez tomada la decisión, debemos desarrollar un plan de acción para su implementación. Esto incluye el asignar recursos, definir responsabilidades y establecer un cronograma. La efectiva comunicación de la decisión a todas las partes involucradas es también un aspecto clave en esta etapa.

  8. Monitoreo y evaluación | Después de implementar la decisión, es importante monitorear el progreso y los resultados. Esto implica comparar los resultados obtenidos con los objetivos establecidos. La evaluación nos ayuda a determinar si necesitaremos ajustar el plan de acción o si la decisión que tomamos ha sido exitosa.

  9. Aprendizaje y Retroalimentación | La última etapa del proceso de toma de decisiones es el aprendizaje que los resultados alcanzados nos brindarán, siempre tenemos lecciones para aprender. Analicemos lo que funcionó y lo que no, y por qué, es crucial para mejorar nuestra toma de decisiones en el futuro.

Estas etapas no siempre ocurren de manera lineal y pueden requerir ajustes, es por ello que nuestra flexibilidad y nuestra capacidad de adaptarnos a nuevas informaciones o cambios en el entorno son aspectos esenciales en un proceso de toma de decisiones efectivo. Vamos ahora a los modelos en la toma de decisiones.


Modelos destacados en la toma de decisiones

Los modelos de decisión son marcos teóricos utilizados para entender y mejorar el proceso de toma de decisiones. Veamos algunos de los modelos más reconocidos:


  1. Modelo racional o clásico | Este modelo se basa en la lógica y la razón y propone que los tomadores de decisiones evaluemos todas las opciones posibles de manera exhaustiva y elijamos la que maximiza la obtención de objetivos. Asume que disponemos de toda la información necesaria y que somos capaces de procesarla de manera óptima.

  2. Modelo de toma de decisiones administrativo | Desarrollado por Herbert A. Simon, el modelo nos sugiere que, debido a las limitaciones humanas y a la falta de información completa, rara vez lograremos una decisión óptima. En su lugar, los individuos buscamos una "solución satisfactoria” que sea lo suficientemente buena para cumplir con ciertos criterios de aceptabilidad.

  3. Modelo de Toma de decisiones en etapas | Este enfoque desglosa la toma de decisiones en etapas secuenciales, como identificación de problemas, generación de alternativas, evaluación de alternativas y selección de la mejor. Nos es útil para estructurar y sistematizar el proceso de toma de decisiones.

  4. Modelo conductual | Este modelo pone énfasis en cómo los factores psicológicos y sociales influyen en la toma de decisiones. Considera que las emociones, los prejuicios, la cultura y la interacción social juegan un papel importante en cómo las personas tomamos nuestras decisiones.

  5. Modelo de toma de decisiones en grupo | Se centra en cómo los grupos toman decisiones. Este modelo es relevante en contextos organizacionales donde las decisiones las tomamos colectivamente, en conjunto. Aborda factores como la dinámica grupal, la comunicación, el conflicto y el consenso.

  6. Modelo de toma de decisiones prospectiva | Basado en la teoría prospectiva de Kahneman y Tversky, este modelo se enfoca en cómo las personas percibimos las ganancias y las pérdidas. Sugiere que las decisiones se basan en una evaluación subjetiva de los riesgos y beneficios, más que en un análisis completamente objetivo.

  7. Modelo de Árbol de decisiones | Este modelo utiliza una representación gráfica para mostrar las diferentes opciones disponibles y sus posibles consecuencias. Los árboles de decisión son útiles para poder visualizar y analizar los resultados de varias rutas de acción.

  8. Modelo de toma de decisiones intuitiva | Reconoce la importancia de la intuición y el juicio experto en la toma de decisiones, especialmente en situaciones donde la información es incompleta o el tiempo es limitado. Este modelo valora la experiencia y el conocimiento tácito.

Cada uno de estos modelos tiene sus fortalezas y limitaciones y pueden ser más o menos adecuados, dependiendo del contexto específico y la naturaleza de la decisión a tomar. La elección del modelo más apropiado dependerá de varios factores, incluyendo la complejidad de la situación o problema, la cantidad y calidad de la información que tengamos disponible, y las características personales de los "tomadores de las decisiones".


¿Dónde está la magia?

Estarás de acuerdo conmigo que la toma de decisiones es una combinación de arte y ciencia. Es esencial que reconozcamos la variedad de herramientas y técnicas que tenemos disponibles, pero igualmente vital que reconozcamos el papel de la intuición y la experiencia en este proceso crucial. La "magia en el proceso de toma de decisiones" reside en una combinación de elementos que, cuando se entrelazan correctamente, pueden transformar un proceso ordinario en algo extraordinario.

La magia ocurre cuando la lógica racional se combina armoniosamente con la intuición. Esta síntesis nos permite tomar decisiones que no solo son sólidas desde un punto de vista analítico, sino también profundamente alineadas con el conocimiento tácito y la experiencia.

Hay magia en el poder creativo, la capacidad de pensar más allá de las soluciones convencionales y explorar ideas innovadoras. Esto a menudo nos conduce a soluciones inesperadas y altamente efectivas.

La magia surge en el momento en que diferentes personas nos aportan sus perspectivas y habilidades al proceso de toma de decisiones. Esta colaboración puede producir resultados que son mucho mayores que la suma de sus partes.

En medio de la complejidad y el análisis, se produce un momento de claridad donde todo parece encajar. Este momento, cuando se revela la mejor decisión, puede sentirse casi mágico. Hay algo mágico en ver cómo una decisión, posiblemente tomada en un momento, puede tener efectos transformadores en la vida de las personas, en el éxito de un proyecto o en el rumbo de nuestra organización.

Incluso las decisiones erróneas también tienen su toque de magia, ya que nos ofrecen oportunidades de aprendizaje invaluables y en ocasiones a un precio muy alto. La capacidad de crecer y mejorar a partir de los errores es un aspecto mágico y esencial del proceso de toma de decisiones.

La magia también la encontramos en la capacidad de adaptarnos y ser resilientes ante los resultados inesperados de las decisiones tomadas, aprendiendo a ajustar y avanzar con eficacia.

La magia en la toma de decisiones está en el resultado de combinar habilidades analíticas y emocionales, colaboración, creatividad, y un compromiso con el aprendizaje y la adaptación continuos. Es este proceso, a menudo intangible y sorprendente, lo que transforma las decisiones de rutina en poderosos catalizadores de cambio y éxito. El poder de decidir es el poder de decidir, crear y transformar. ¡Que tus decisiones te lleven siempre hacia horizontes esplendorosos!

Para citar este artículo, utiliza:

Yturralde, Ernesto (2020). 'La magia en el proceso de toma de decisiones'. Recuperado de https://yturralde.com/articulo-magia-toma-de-decisiones.html

Nuestro Portafolio

Team Building Talleres de Liderazgo
Team Building Talleres de Liderazgo
Team Building Talleres de Liderazgo
Team Building Talleres de Liderazgo
Team Building Talleres de Liderazgo
Team Building Talleres de Liderazgo
Team Building Talleres de Liderazgo
Team Building Talleres de Liderazgo
Team Building Talleres de Liderazgo
Ernesto Yturralde Worldwide Inc.